martes, 9 de junio de 2020

"Lacrónica", Martín Caparrós - Nota de lectura

En este texto, se diferencia a la crónica del periodismo en la forma de contar las cosas. Mientras que la crónica lo hace en primera persona, el relato "informativo" lo hace en tercera persona. Esto es así para simular una cierta "objetividad" que en realidad no existe, porque siempre, detrás de cada relato, hay una persona que lo cuenta. Esto no quiere decir que lo que esté relatando esta persona sea falso, sino que elige que relatar según sus criterios. Así, se generó una cierta "creencia" de que lo que se escribe en primera persona es una "opinión"; y en cambio, lo que está escrito en tercera, sería "información". Pero es lo contrario, ya que, ante ese engaño, la primera persona se hace cargo, dice: esto es lo que vi, yo supe, yo pensé, etc.
También el autor habla de su cronista, un cronista argentino que no tiene impreso el nacionalismo que de cronistas de otras partes del mundo, la forma de relato que incluye a toda la sociedad. Relata individualmente, solo, desde su mirada. El resultado de una mezcla de culturas, una tradición hecha de tradiciones muy variadas. La fuerza de una marca débil. Está en contra de la idea de patria y, sin embargo, no se engaña, es el producto de una cultura nacional. Porta sus marcas.
Su cronista es una construcción, pero no muy explícita: aparece en su mirada, en sus observaciones; no le interesa hablar de ese cronista. El cronista se construye en lo que cuenta.


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