martes, 28 de abril de 2020

Reflexión sobre "Monje-Ayuda de Escritorio"

Hoy vi el video Monje Ayuda de Escritorio, sobre el cual nos dieron la consigna de reflexionar. Si lo traslado a mi vida me recordó específicamente a dos momentos, uno de mi infancia y el otro ayer. El primero cuando aprendí a leer, me resultaba todo tan novedoso y entretenido que me encantaba, pero como no sabía hacerlo, preguntaba todo el tiempo sobre cada cosa. A pesar de que no es tecnología, creo que para una niña de 3 o 4 años puede llegar a ser un cambio importante, y algo a lo que también en cierta forma se debe adaptar. El segundo tratando de usar Blogger, cuándo entré para crear el blog, lo primero que pensé fue que recursaba la materia, pero creo que ya le voy tomando la mano.
En general no me recordó muchas más experiencias referidas específicamente a mí, porque soy de una generación que prácticamente "nació con la tecnología incorporada", pero si a mis abuelos o, en menor medida, a mis padres. Cada tanto hay que ayudarlos y guiarlos porque les cuesta mucho más adaptarse y eso si es que quieren, porque hay ciertos contenidos a los que no les interesa acceder, como el monje al final del video que dice que el pergamino era mucho más sencillo. Es comprensible, si nos ponemos a pensar, tuvieron que vivir muchísimos cambios tecnológicos y en muy poco tiempo, cuando ellos eran chicos no existía ni siquiera la televisión que tan común es hoy en día.
Por último, el video me pareció muy divertido y original. Refleja muy bien la forma de enfrentar los cambios tecnológicos de hoy en día y como muchas veces nos resistimos a ellos.

"El Hombre Muerto" - Horacio Quiroga

A partir de la lectura de Tesis sobre el cuento, de Ricardo Piglia, decidí leer El Hombre Muerto de Horacio Quiroga, uno de los autores mencionados en el primero.

Este cuento relata como son los últimos minutos de un hombre en un monte, en Misiones, que, por un accidente, comienza a experimentar su muerte. Era un día común, él y su machete acababan de limpiar la quinta calle del bananal y se sentía satisfecho por su trabajo. Con esa satisfacción decide descansar un rato, cuándo un paso en falso lo traslada a su último momento con vida. Sabía dónde se encontraba, la hora, incluso lo que iba a pasar, pues era su rutina, la misma de todos los días. Lo que pasa, hace que comience a observar con más detalle, casi “admirar”, todo lo que diariamente veía. Lo que relata Quiroga es como el hombre se resiste a ese fenómeno inevitable, como unos minutos pueden parecerle una eternidad.
Me llamó la atención como, en tercera persona, describe todo en detalle, y sobre todo como logra la sensación, a momentos, de que es el mismo hombre el que está contando como se siente, “quejándose” y, con ello, logra que realmente se refleje que él no se esperaba lo sucedido. Esto específicamente es lo que me hizo pensar, la reflexión que creo que intenta dar Quiroga, o al menos la que me llegó a mí: como en un instante nuestra vida puede terminar, y que es lo que pensaríamos en ese momento. Todo lo que nos quedó por hacer, o el simple hecho de saber que ya no vamos a volver a vivir esa rutina que no valorábamos.
“La muerte. En el transcurso de la vida se piensa muchas veces en que un día, tras años, meses, semanas y días preparatorios, llegaremos a nuestro turno al umbral de la muerte. Es la ley fatal, aceptada y prevista; tanto, que solemos dejarnos llevar placenteramente por la imaginación a ese momento, supremo entre todos, en que lanzamos el último suspiro.Pero entre el instante actual y esa postrera expiración, ¡qué de sueños, trastornos, esperanzas y dramas presumimos en nuestra vida! ¡Qué nos reserva aún esta existencia llena de vigor, antes de su eliminación del escenario humano!”
- (El hombre muerto, Horacio Quiroga)
También me llamó la atención el final, el desvío de la atención hacia el caballo y la asociación que realiza con el paso hacia la muerte del hombre; y como señala, desde un principio, que el machete que lo mata era de alguna forma “su compañero”, un elemento muy común para él, que tenía muy dominado debido a su uso diario, por lo que al hombre, le resulta aún más inesperado que sea ese elemento el que lo mate.
Por todo lo mencionado antes, el cuento me gustó mucho. Siguiendo la consigna, lo que tomaría prestado para un cuento propio es la idea de qué piensa alguien antes de morir, utilizada de otra forma, pero me resulta interesante cuantas historias se podrían desarrollar a partir de eso.

Resumen de "Historia, Relato y Narración"

Una narración es un hecho complejo en el que se asocian tres realidades que es necesario deslindar para alcanzar una comprensión del relato. En todo hecho narrativo se vinculan:
  • Una historia→ lo que se narra:el conjunto de acontecimientos reales o ficticios que constituyen la materia del discurso.
  • Un relato→el enunciado narrativo.
La narración es la instancia de mediación entre ambos. Es el acto de enunciación que da origen al relato. Se despliega en el marco de circunstancias espaciales y temporales e involucra dos participantes:
  • Narrador→ Sujeto que cuenta la historia.
  • Narratario Destinatario, individual o colectivo, de ese relato.
Estas tres realidades están indisolublemente ligadas y se reclaman recíprocamente: no hay relato sin historia que contar y, desde ya, no hay relato sin un sujeto que le cuenta la historia a otro. 
No deben interpretarse todos los hechos que componen la historia narrada como acontecimientos que sucedieron tal y como son representados en ellas. Esto aplica para relatos de ficción, tanto como para no ficcionales o factuales.
Sólo podemos conocer los hechos que conforman una historia a través de la mediación de un relato. Los hechos por sí solos son incognoscibles. Solamente podemos acceder a ellos a través de esos objetos de lenguaje que son los textos, en este caso, los relatos. Un mismo conjunto de hechos o de acontecimientos puede dar lugar a diferentes relatos. El relato es el que le da forma a la historia.
Se establecen dos distinciones importantes: una entre autor y narrador; y la otra entre lector y narratario. El autor y el lector son ambos sujetos empíricos que pertenecen al mundo de la experiencia, en cambio, el narrador y el narratario son productos del enunciado,  una creación del relato.
Por último, los tres aspectos de lo narrativo, historia, relato y narración, configuran un objeto complejo, y la relación entre ellos plantea un conjunto de problemas que surgen a partir de la consideración de los distintos aspectos que ofrece el hecho narrativo y tienen que ver con las formas en las que se vinculan historia y relato. Se trata de cuestiones como la organización de la temporalidad, la construcción de una voz narrativa, y el modo en el que se representa la historia en el relato.